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El gato y

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la caja

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Sus referencias

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a cuestiones de

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género carecen

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de evidencia

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y de marcos

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teóricos adecuados

 

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Por @Roxana Kreimer

​

@feminisciencia

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La revista El gato y la caja, que hace un trabajo valioso de divulgación científica en diversos campos del conocimiento, publica una nota sobre lenguaje inclusivo titulada "El lenguaje degenerado", cuya idea central, que compartimos, es que el lenguaje cambia y es un terreno legítimo de disputa, por lo cual pensar que en el futuro, a partir del uso del hablante, ya no se generalice en masculino, es perfectamente aceptable. Pero en el párrafo final del artículo firmado por Sol Minoldo y Juan Cruz Balián, refiere a la concepción pseudocientífica de brecha salarial -"el sueldo promedio de las trabajadoras permanece por debajo del de ellos"-, sin aclarar que ese cálculo no controla variables (horas trabajadas, tipo de trabajo, edad en la que las mujeres trabajan menos horas fuera de casa, un momento de la vida que curiosamente coincide con la maternidad, aporte del sueldo de la pareja, cuando cuentan con una), es decir, es mala estadística.

También en ese párrafo se expresa la legítima preocupación por las estadísticas de femicidios, siendo indiferente a las muertes de varones, que las superan ampliamente en número, y al hecho de que también las mujeres matan a sus parejas y familiares, sin que ningún lenguaje "inclusivo" parezca reconocer estas dos categorías de muertes con un término específico, ya que las muertes de varones no parecen ser tan importantes en términos sociales.  El argumento recurrente es: "a las mujeres las mata un varón", como decir que la muerte de un negro en el Bronx no es tan importante porque fue asesinado por otro negro. Ninguna muerte humana puede ser juzgada menos valiosa en virtud del colectivo al que pertenece, es un principio básico de los derechos humanos, el del derecho a la vida, garantizado por la constitución. Por último, "matar por ser mujer" es una categoría que en la mayor parte de los homicidios no encuentra evidencia en la literatura psicológica contemporánea científicamente informada.

Reproducimos el párrafo publicado en el artículo "La lengua degenerada" (El gato y la caja, 6 de junio 2018) : "Y que mientras las estadísticas de femicidios crecen y el sueldo promedio de las trabajadoras permanece por debajo del de ellos, conviene no indignarse si alguien mancilla un poquitito las blancas paredes del lenguaje."

No es el primer artículo sobre cuestiones de género que publica El gato y la caja que no cuenta con un marco teórico adecuado: por ejemplo, en "Escaleras y serpientes" revela la falta de una perspectiva científicamente informada de por qué las mujeres acceden a menos cargos jerárquicos en ciencia (nuevamente, se olvida que cuando las mujeres son madres sus prioridades cambian, y que las elecciones promedio de carrera no son idénticas a las del varón, algo que no se explica solo por la socialización).

No podemos culpar solo a El gato y la caja de un problema -la desinformación- que no solo está presente en la opinión pública en relación a las cuestiones de género, sino en el ámbito académico hispanoparlante en general, mientras que en el mundo angloparlante hay dos corrientes que debaten, por un lado el feminismo de perspectiva científica -Christina Hoff Sommers, Helen Pluckrose, entre otros-, y por el otro el feminismo constructivista que se basa en ideología y no en evidencias empíricas -Judith Buttler y los estudios de género-.

Ojalá que en el futuro El gato y la caja ofrezca una visión científicamente informada sobre las cuestiones de género, así como de otros temas que pueden sonar "políticamente incorrectos" pero que en nombre de la verdad, que no es sexista, es imperativo divulgar. Esta revista se lo merece.

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#chequeandodatafeminista  #brechasalarial #escepticismo

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